domingo, agosto 19, 2012

Llamada a medianoche.

Sonó el puto teléfono. Sólo intentaba dormir algo después de varios días bebiendo y dándole a las teclas de vez en cuando."¿Lo cojo o no lo cojo?”. Lo pensé más detenidamente. Debe ser o un error o algo importante. Era Arístides, estaba fuera de sí y más borracho que una cuba. Era raro que Arístides me llamara por teléfono, tanto o más que lo hiciera yo. Sólo nos llamábamos en circunstancias especiales. Y esta debía ser una de ellas. Simplemente odiábamos el imprescindible aparatejo:
.-"Amicus est tamquam alter idem". - dije yo, sin pensar.
.-Verus Amicus....- respondió como de costumbre......
.-¿Te acuerdas de Verónica?.
.-¿Qué Verónica?.
.- La de cuarto curso.
.- No me jodas, ya no me acuerdo ni del cuarto curso.
.- Pues anoche se pasó por el bar con unas amigas.-
.-¿Y?.- .- Iban todas como locas.-
.-¿Pero tú sabes qué hora es cabrón? .
.-¡Calla, hostias!... y escucha....
.-Bueno... Hay que joderse.... ¿Despedida de soltera o algo así?.....-
.- Despedida de cordura, de hígado, de todo, macho, se lo bebieron todo.-
.-¿Y?.- .- Que me reconoció.-
.-¡Ah, Verónica!, la calientapollas esa, una pelirroja con gafitas, con unas tetas siempre en punta, de esas que parecen caer hacia arriba.- Terminé recordando.
.- Esa, esa: "La termo".
.-¿Y qué? ¿Sigue tan caliente por dentro y tan fría por fuera?.-
.-¡AHORA ES UN TIZÓN ARDIENDO!. Me dijo que había leído algún poema mío en "Para cuando murmuren las brújulas". Yo le digo "¿Sabes que también me encargo yo de su maquetación? Y ella me dice "¿Has leído algo de Jaime Sancho?, Ese que ahora es director de teatro y que tiene tanto éxito con "Improvisando tus cositas". Yo le digo "Ese escribe del culo, y eso de que "dirige" vamos a dejarlo a parte". Y la tía insiste "¿No has leído su "Poemática del Devenir?." Yo le digo "no pude terminarla". Y dice ella "pues había un poema precioso que decía algo así como:
“Pero a los hombres no se nos permite descansar en ningún sitio; nos evaporamos, caemos dolorosa y obscuramente por el fluido tiempo como el agua de un rio, que de piedra en piedra, es lanzada al incógnito devenir."
Yo le digo "vaya mierda", además, plagia obscena e infantilmente el “Hiperión” de Hölderlin. Y la tía va y dice "¿Quién es Hölderlin?". Yo le digo "Nadie, un desgraciado sabio que terminó loco y que también escribía". " En Alemania, es muy apreciado... añado. ¿Escribía?. Sí, está muerto.- le digo yo. "Pobre chico", dice ella. Y yo le pregunto ¿Terminaste la carrera?.- Y ella dice: "Cumlaude". Y yo digo ¡Válgame Dios!. Y ella "por tu forma de escribir pensaba que no creías en Dios". Desde luego cada día menos. - le digo yo. ¡Qué negativo te veo, casi tanto como guapo!...antes no estabas tan bien. Y yo le digo "claro, antes estaba mejor". Y me suelta: "todavía te gustaría follarme". ¿Y tú cómo sabes que alguna vez quise follarte?. "Todos queríais hacerlo" me dice la muy cabrona. "¡Vamos!".-le digo yo. "Adónde".-dice ella. Al váter.- digo yo. ¿Y si alguien entra y te roba la caja?.- "Que le den por culo a la caja" dije yo, no sin antes echarme al bolsillo la recaudación. Y me la llevé al aseo. Casi no cabiamos allí dentro. Yo iba loco. La tía se sube la faldita, se estira hacia un lado las braguitas negras y me dice "¿Te gusta mi chichi?". Se había rasurado el pubis de modo que le quedaba una franja vertical de vello rojizo, tenía un coño bonito, pequeño y rosado, con unos labios rosaditos y mofletudos. Yo le digo "¿A qué me lo como?" Y ella "¿A qué no?". Y me pongo a chupárselo. Todo iba como la seda, me puse a cien, como un mismísimo burro. Pero la tía va y me suelta de pronto: "¡Toma bacalao! ¡Toma bacalao!....
.-¿Y qué?.-
.- Pues que lo del bacalao me trajo a la cabeza por una extraña asociación de ideas, o bueno, por una lógica asociación de ideas...
.-¿Qué dices Arístides?. Me duele un huevo la cabeza y tu estás consiguiendo llevármela al borde del estallido. No tienes ni idea por lo que estoy pasando últimamente.
.-.....Pues que pensé en un pez...
.-¿En un pez?.-
.- Sí en un pez, coño.-
.-¿En un pez coño?.-
.-¡EN UN PEZ!¡EN UN PEZ!. ¡JODER!
.-¿Tú le has dado sólo al coñac o a alguna otra cosa más, Arístides?.-
.-En un pez. Del pez pasé al pez hablando Esperanto. ¿Recuerdas mi sueño, no? .- No te enfades. ¿Cuál?
.- Ese que me persigue desde antes de mi separación: Trabajo para una empresa de catering y me mandan a por pescado. De pronto estoy como un esquimal mirando a un agujero que hay en el suelo, pero sin caña ni nieve ni hostias. Sólo miro el agujero porque me llama la atención que entre las turbias aguas que encierra de vez en cuando aparece, cristalinamente un hermoso pez naranja. Yo quiero cogerlo. Me atrae como una mujer, tiene el sexo de una mujer, quiero follármelo, pero cada vez que intento atraparlo el cabrón vuelve a desaparecer bajo un cenagal. Sólo cuando me calmo y vuelvo a esperar pacientemente, vuelve a aparecer el muy puto, moviendo su colita, como burlándose de mí, como provocándome de nuevo a que intente “calzármelo”. Al borde del agujero un cartelito dice “Solo Esperanto”. Y yo al final siempre termino despertando con la idea de que no conozco ese ridículo idioma y que tengo que aprenderlo, como si me hiciera falta para que no me despidan.
.-¿Todavía andamos así?.
.-Total, que se me deshinchó el pito como un globito mal atado.
.-Mientras no te olvides de tu "ex", el pececito va a seguir coleando para rato.
.-Y lo que más me jode es que fui yo quien cortó por lo sano.
.-Lo que tienes que hacer cuando te acuestes y vuelvas a soñar con el jodido pececito es ponerle un buen anzuelo y con mucha, mucha paciencia, cuando pique, sacarlo, descabezarlo, limpiarle bien las tripas y hacértelo a la brasa. Y cuando esté bien, pero que muy bien torrado asegurarte que no dejas ni las raspas. .-A ver si esta vez lo consigo.- Me dijo con excesivo desánimo.
.-Eso tú verás, pero ten en cuenta que oportunidades como la que perdiste, se dan muy pocas veces en la vida.
.- Qué me vas a decir a mí,..."la termo"... ¡La madre que me parió!.
.- ... Césarrr...
.- Quéeee...!
.- La "termo” me soltó una hostia y se largó. En mi vida me he sentido peor, allí de pie, con los pantalones por los tobillos y la minga más arrugada que el fuelle de un acordeón.
.-Por cierto.... .-Quéee...
.-Que si puedes venir a buscarme... Mientras le comía el coño a la soplapollas esa, me quité las gafas como si fueran una prenda de ropa y las lancé contra una de las paredes..... No veo un pijo....
.- Claro, maldito, cabrón, claro... Ya voy... Total, sólo intentaba dormir. Eso sí, si me entra sueño, conduces tú....
.- Jajaja... ¡Que no veo una mierda, tío....!
.- Nunca has visto una mierda, hermano. Ya voy.